¿Qué relación tiene la obra de este escritor argentino con el
desarrollo de una de las ramas más avanzadas del conocimiento del
universo? El Espectador habló con Alberto Rojo, físico y especialista en
mecánica cuántica sobre este tema.
Por: Steven Navarrete Cardona
Foto: Jorge Luis Borges y Alberto Rojo.
AFP- Cortesía
“En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta
con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del
casi inextricable Ts’ui Pên opta –simultáneamente- por todas. Crea así,
diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se
bifurcan”, anota Borges en su cuento ‘El jardín de los senderos que se
bifurcan’ escrito por primera vez en 1941. Desde aquel entonces hasta el
día de hoy, este cuento como otros textos de la obra de Borges siguen
cautivando y causando curiosidad tanto a los amantes de la literatura
como de la física.
“A Borges lo leo desde
muy chico, antes de decidirme a estudiar física. Sus libros me
acompañaron durante toda mi vida. Soy de la generación que vio publicar a
Borges sus libros. Los fui leyendo, con la compañía de mi padre, que es
filósofo. Después me fui a estudiar física y luego empecé a encontrar
conexiones. Si bien Borges era alguien que no tenía formación de
científico sí tenía cierta afinidad por las ideas rigurosas, había leído
mucha divulgación de las matemáticas así como una preferencia por las
paradojas, eso lo lleva a escribir de una manera única”, explica el
físico y especialista en mecánica cuántica en diálogo con El Espectador.
Rojo
es un reconocido divulgador científico que reside en los Estados Unidos
desde hace algunos años, además, autor del libro ‘Borges y la física
cuántica’ publicado por Siglo XXI Editores que llega a su quinta edición
en menos de dos años. En dicha obra desmenuza concienzudamente, a
partir de sus publicaciones y de un encuentro con el autor argentino, la
recepción que su trabajo ha tenido en el campo científico.
“Borges
no sabía nada de física y lo hablé con él 1985, me sorprendí con su
afirmación de que de física sólo sabía usar el barómetro. Su
contribución se anticipó a una idea de la física cuántica y está en el
cuento ‘El Jardín de los senderos que se bifurcan’, en ello baso mi
libro. La idea que el postula en 1941 no existía. En la actualidad la
idea de universos paralelos, de universos que se crean en cada toma de
decisión es bastante conocida pero cuando la escribe Borges no se había
mencionado. Quince años después del cuento de Borges aparece un artículo
de Hugh Everett III donde propone la teoría de la “Interpretación de
los muchos mundos”, afirma Rojo.
¿Pero entonces los científicos copiaron la idea de Borges?
“Indagué
y según dicen, ese investigador no había leído a Borges. Cuando empecé
mi trabajo el autor había muerto pero uno de sus colaboradores de su
tesis me indicó que no conocían el trabajo de Borges. Es así como Borges
se anticipa de forma literal a una de las interpretaciones de la física
cuántica”, enfatiza Rojo.
Como bien señala Rojo,
la obra de Borges no sólo influyó a la física y a las ciencias
naturales, con apuestas como -El Teorema de Borges- sino también en las
ciencias sociales y las humanidades, como es el caso del filósofo Michel
Foucault, que en su libro ‘Las palabras y las cosas’ publicado por
primera vez en 1966, inicia con una confesión de parte sobre el poeta
argentino. Así lo narra Foucault al hacer referencia al artículo de Borges, "El idioma analítico de John Wilkins".
“Este
libro nació de un texto de Borges. De la risa que sacude, al leerlo,
todo lo familiar al pensamiento —al nuestro: al que tiene nuestra edad y
nuestra geografía—, trastornando todas las superficies ordenadas y
todos los planos que ajustan la abundancia de seres, provocando una
larga vacilación e inquietud en nuestra práctica milenaria de lo Mismo y
lo Otro”.
Actualmente la obra de Borges continúa
leyéndose de forma intensa en el mundo académico. Basta hacer una
búsqueda en ‘Google Académico’, donde se pueden encontrar 102.000
resultados en 0,05 segundos. Asimismo se pueden encontrar una cantidad
de resultados considerables en bases y repositorios digitales como
RedALyC, Scielo, y Scopus.
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